Una de las peores partes de imprimir en 3D, es el exceso de tiempo que requieren las impresiones, una pieza de un tamaño considerable puede tardar más de 8 o 10 horas, y lo más recomendable es tener la impresora vigilada, por si ocurriese algo inesperado, que estropease la impresión, para así cancelarla y poder apagar la impresora y evitar el gasto de material, electricidad y como no, poder evitar algún accidente por la temperatura acumulada en el extrusor y la cama de la impresora.