Una curiosidad para la nostalgia

El otro día, estando con mis padres,  me estuvieron recordando viejos tiempos, y salió a relucir lo manitas que era mi abuelo.

Herrero de profesión, tenía grandes ideas, y desde  luego mucha maña para hacerlas, y para demostrarlo quiero mostrar algo que me dejo con la boca abierta.

En la década de los 40 o 50 , usando como chasis los materiales de la herrería, como carrocería las chapas de latas de conserva, y como motor, el de algún artilugio del campo, como un rotabator o una sierra (eso no me lo supieron aclarar) , creo esta maravilla de la técnica.

Ojalá hubiese podido verlo.